Deseos de vivirlo
de amarlo con el alma
deseos de que el mundo
se arrodille a mis pies.
Que podamos amarnos
que aún tengamos el tiempo
de poder abrazarnos
y morirnos después.
Y acaso en el mañana
cuando llegue el encuentro
el sentirnos tan cerca
nos llene de emoción.
Sonreiré en sus brazos
porque él me habrá ofrecido
el abrazo más tierno
que mi sueño forjó.
Así se habrá acabado
la ausencia y la distancia
y su magna presencia
me llenará de amor.
Envolverá mi alma
con su frágil esencia
volviéndome a la vida
todo... en nombre de Dios.
Y al fin seremos uno
en el confín del cielo
y entre abrazos y lágrimas
ya no habrá más dolor.