Bem Vindos O que os homens chamam de amizade nada mais é do que uma aliança, uma conciliação de interesses recíprocos, uma troca de favores. Na realidade, é um sistema comercial, no qual o amor de si mesmo espera recolher alguma vantagem. La Ro

14
Abr 09

Nube blanca o estrella nueva
en un cielo largo de verano,
así eres tú, compañera,
suave como la luz tierna
de un corazón bordado
con el hilo azul de la dulzura,
marea de sueños transparentes
e íntimos tesoros
que sólo la caricia fértil de unas manos
se atreve a poner al descubierto.

2

Tu piel es una tregua infinita
donde hierven sin límite todas las ansias,
un horizonte limpio
que descorre las cortinas del alma
y envuelve en papel de seda
esta negra soledad de náufrago.

3

En tu sonrisa de cometa alegre
madura la luz,
vuelan pájaros de espuma y frenesí
y arde el tuétano del aire
como la paja seca de un granero
en mitad de un rojo incendio.
Tu llanto es un cuchillo
que rasga la médula del tiempo,
un loco polvorín de voces tristes
que me invade sin freno
hasta el fondo de los huesos.

4

Ven y llena mi taza de fuego,
corta la espina del rosal amargo
donde se ocultan las penas.
Derrite este círculo de nieve
que corre helado por las venas
y no sabe en qué abismo infinito
esconde el destino
su agria sentencia de muerte.

5

Házme volar en tus relámpagos
hasta dejar atrás el cielo.
Pérmiteme que sea
una gaviota blanca en tu cerebro
para que pueda abrir mis alas dentro
y surcar las olas destiladas
de tu océano secreto.

6

Así eres tú, compañera,
un suspiro de acróbata en el filo del silencio,
un delirio de luz que vuelca sus enigmas
en el balcón abierto
de sus ojos llenos de agua clara.
Así eres tú, compañera.
Así, de esta manera
que yo te digo y te imagino,
una nube blanca o una estrella nueva
que se mueve en círculos abiertos
por el hueco vacío de mi almohada.

7

Un velo de abriles nuevos
bordado con finos hilos de deseo
te cubre el rostro,
es un retal hermoso de seda
que viste de tules la noche
e inunda el alma de ciegas pasiones.
Es una fiebre de junio,
una rosa de adolescencia
que huele a primavera intacta
y estrena aromas de coral y terciopelo.

8

Eres hilo que enhebra los retales
del que fui, del que soy, del que seré,
una ola abierta
en la marea ardiente del atardecer
que trepa a la arena de mis costas.
Eres lluvia que fertiliza el alma
y fermenta la ternura de mis dedos
como si fuera levadura eterna
que el infinito siembra en la piel.
Eres un mar profundo y definitivo
lleno de juegos malabares
que devora el agua de mis ríos
y ahoga en el azul todas las penas.

9

Vuela libre, compañera,
y surca el cielo,
vive esta aventura breve
que el tiempo te regala,
disfruta de la vida y explora tu destino,
descubre el horizonte transparente
de toda la ternura de los siglos.

10

Siembra de alegría el aire,
a veces tan vacío o carente de sentido,
y aprecia el valor irrepetible de las cosas,
y a pesar de que el tiempo desnudo y sin careta
es un pozo amargo y profundo
donde sólo florecen los árboles de la muerte,
derrámate sobre mi almohada como un sueño
y dale algunas pinceladas de color
a esta vida que pasa a la deriva
como un velero que se va a pique
sin que nadie detenga su agonía.

11

Eres uva en la cepa de mis versos,
racimo egregio que crece en la parra
de los sentimientos
y abre territorios fértiles
de ternuras audaces
en el ritmo frenético de las palabras.
Eres fiebre cálida,
loca precisión de ola salvaje
que se ajusta a la cadera
y se apodera de la médula
con sus golpes de espuma acumulada
y sonrisas derretidas de sirena.

12

Tú, esperanza alada
donde confluyen todos los ríos
arteriales del pensamiento,
eres luna de círculo completo,
grito de estrellas blancas
acampadas en los surcos
más azules de las venas,
eres flor de cumbres imantadas
que inunda de polen
y vuelos de mariposas blancas
la amarga raíz cuadrada del mañana.

13

Vuela, compañera,
como un pájaro que tiembla y que palpita
en el azul del aire,
como un verso que estalla en el oído
el carnaval florido de sus haces.
Vuela, compañera,
como un viento tranquilo
que besa
las hojas secas y amarillas de mi otoño.
Vuela, compañera, vuela,
que el cielo pertenece al infinito
y la ternura carece de fronteras.

 

publicado por SISTER às 08:47

11
Fev 09

A los cincuenta años de ser parido,
yo mismo me hago una cesarea y nazco
y me inscribo en el registro civil de los poetas
con el nombre que me otorga cada verso.

Y hago esto,
a párpado abierto
y marea numerosa y absoluta,
a corazón borracho de sol
y manantial de lámpara sincera,
a carrusel de espigas altas
y sílabas de doble filo.

Con mano firme y el bisturí más fino
corto el cordón umbilical de la palabra
y la libero del limbo que la encerraba,
la arranco de cuajo del diccionario
con los forceps del sentimiento,
la cuelgo un momento por los pies
y le sacudo en la espalda
hasta que lloran sus letras
como si fuera la primera vez
que el aire hincha sus pulmones.

Entonces la escribo en el papel
e inicio un nuevo parto desgarrado
hasta forjar con todas ellas un verso
y, verso a verso, el conjunto del poema
recibe el alta literaria en las páginas de un libro.

Después coso la herida
con el hilo tierno del olvido
en el rincón sin lluvia
de alguna vieja estantería
y un pen drive medio desierto.


 

publicado por SISTER às 12:54

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