Cuando los ojos olvidan el llanto,
languidecen indiferentes al mundo.
Queda seco el caudal de sus lágrimas,
que atiborrado permanece con polvo.
Ilusiones y sueños, sin retorno aletean.
Las emociones duermen en carne,
impermeable a cualquier sentimiento.
La memoria se confabula en el tiempo,
obstinada olvida nefastos recuerdos
e ingrata abarca incluso los buenos.
Cuando mis ojos olvidan el llanto,
escribo unas líneas que luego al leerlas:
los humedezco con diáfanas lágrimas.
©SKORPIONA
languidecen indiferentes al mundo.
Queda seco el caudal de sus lágrimas,
que atiborrado permanece con polvo.
Ilusiones y sueños, sin retorno aletean.
Las emociones duermen en carne,
impermeable a cualquier sentimiento.
La memoria se confabula en el tiempo,
obstinada olvida nefastos recuerdos
e ingrata abarca incluso los buenos.
Cuando mis ojos olvidan el llanto,
escribo unas líneas que luego al leerlas:
los humedezco con diáfanas lágrimas.
©SKORPIONA