Te digo adiós y, acaso, te quiero todavía,
no puedo olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste, no sé si te quería,
o tal vez nos quisimos, demasiado, los dos.
Ese cariño nuestro apasionado y loco,
me lo metí en el alma, para quererte a ti.
No sé si te amé mucho, no sé si te amé poco,
pero sé que nunca volveré a amar así.
Te digo adiós y, acaso, con esta despedida
mis mejores sueños mueren dentro de mí.
Pero te digo adiós, para toda la vida
aunque toda la vida siga pensando en ti.