Te llevo tan dentro de mí
que sería imposible olvidarte.
En vano pretendo alejarme,
dejarte por siempre de amar,
pues todo intento es fracaso.
Estás presente en cada momento:
cuando observo una caída de sol
o escucho una bella canción
y siento de solo pensarte,
colmado el pecho de amor.
He perdido el control de mi vida,
no sé la dirección en que voy.
Has tomado el timón de mi barco:
¡te has adueñado de todo mi ser!