Mi amado Señor...
Quisiera...
En esta noche...
Estar en tus brazos...
Olvidar de la vida sus azotes...
Soñarte... En luna transfigurado...
Yo, tu dueña...
Tú, mi Señor...
De nuestro pequeño mundo encantado...
Mi señor amado...
Te quiero mío... Para siempre...
Si es un error amar así...
Y a los ojos del mundo...
Somos detestados...
Que muramos entonces...
¡En pecado!