Se que traigo desquicios de calle, el miedo de perder,
Lo que tanto me llevó conquistar, al mundo vencer
Con todas las armadas suyas y si acaso flaqueo
Eh ahí que me amedrenta y teme, si ciego nada veo.
Mi lenguaje era rudo, para vencer los bandidos ,
Pero aquel no era yo, mas forma de someterme
A lo que ese mundo me pedía, con todo su traqueteo
Y donde imperaban las armas, de muy fácil manejo.
Pero lo que nunca perdí fue el amor, para dar a quien
Lo quisiere aceptar. Que quien conmigo estar, negará
Mucho de su vida, para en el fondo de mi ver a alguien.
Y, es por eso, que yo aún discuto por banalidades,
Ofendiendo a quien no debo ni lo merece ya,
Pues en mi blasón, del Olimpo, las mil divindades.
Jorge Humberto
Lo que tanto me llevó conquistar, al mundo vencer
Con todas las armadas suyas y si acaso flaqueo
Eh ahí que me amedrenta y teme, si ciego nada veo.
Mi lenguaje era rudo, para vencer los bandidos ,
Pero aquel no era yo, mas forma de someterme
A lo que ese mundo me pedía, con todo su traqueteo
Y donde imperaban las armas, de muy fácil manejo.
Pero lo que nunca perdí fue el amor, para dar a quien
Lo quisiere aceptar. Que quien conmigo estar, negará
Mucho de su vida, para en el fondo de mi ver a alguien.
Y, es por eso, que yo aún discuto por banalidades,
Ofendiendo a quien no debo ni lo merece ya,
Pues en mi blasón, del Olimpo, las mil divindades.
Jorge Humberto